Adiós a AR




No corren buenos tiempos para el papel, lo sabemos. Siempre han aparecido y desaparecido revistas del kiosko, pero este año 2018 está siendo especialmente negro para publicaciones que llevaban muchos años acompañándonos. El cierre de los históricos Interviú y Tiempo marcó el primer trimestre del año, y en este segundo cierra su edición (y salvando todas las distancias con las dos publicaciones anteriores), otra revista que nos ha hecho compañía durante casi dos décadas: "AR, la revista de Ana Rosa Quintana". 

A imagen y semejanza de la revista americana "O" (la revista de Oprah Winfrey) y al rebufo de su paralela popularidad televisiva, el grupo editorial Hearst lanzó hace 17 años AR, una publicación de tendencias, moda, life style, cultura... Una revista de las denominadas "femeninas" que surgía para competir en un mercado tan difícil y saturado en el que dominan clásicos como ELLE, Telva, Vogue, Cosmpolitan, Vanity Fair, Harpers Bazaar o L'Officiel. Como ven, la oferta es bastante completa y el hacerse hueco ahí no es nada sencillo. 

¿Lo consiguió AR? En parte sí, de lo contrario no hubiera sobrevivido casi dos décadas. ¿El problema? El propio formato de la revista. Y es que, como saben, la gran protagonista de portada, o mejor dicho, la única protagonista ha sido durante estos 200 números, la propia Ana Rosa Quintana. Volvemos al modelo Oprah Winfrey de la que es réplica: las portadas (además del nombre de la revista), recaen número tras número en la misma persona. Y eso funciona cuando la popularidad del "famoso" está en máximos pero decae con la pérdida de tirón del que es máximo sostén de la revista. No hay mayor secreto. Cuando el share de Ana Rosa decae en telecinco no es extraño que también lo haga en el kiosco. 

AR ha competido durante casi 20 años, ha hecho buenos números según el EGM y la OJD, y ha resistido con un producto más que digno. Porque hay que decir que AR es una buena revista, muy correcta, bien terminada, bien redactada, muy en la estética de las publicaciones de su gama. Revistas que por otro lado acusan en este 2018 de cierto aire "de-los-primeros-2000", en el que parece que se han quedado ancladas. Pero ese es otro debate, y será motivo de otro post de este blog. AR, como decimos, no desentonaba en ese nicho de mercado. 

¿La echaremos de menos? Por supuesto que sí. Nos ha acompañado, con mayor o menor frecuencia, pero ha estado ahí y ha sido un producto muy digno en una contexto de competencia feroz. Adiós a AR, la revista de Ana Rosa Quintana. 

Comentarios

Entradas populares