La nueva Esquire

En este nuevo post vamos a analizar la nueva Esquire. Después de que la editorial Spain Media perdiera el contrato de arrendamiento y de que Hearst haya tomado directamente las riendas de esta icónica publicación, había mucha incertidumbre sobre cómo afrontarían los nuevos gestores esta nueva etapa.

Y lo cierto y verdad es que después de 3 números Esquire sigue manteniendo el tipo como una de las revistas masculinas de tendencias más importantes del mercado. La nueva maqueta no decepciona, es más, tras algún que otro rediseño anterior, el nuevo rumbo emprendido por la casa matriz incluso mejora los últimos números de Spain Media. 

Obviamente las portadas son más del estilo de la versión americana, y es evidente el toque retro que le han querido meter a la publicación. En cuanto a la fotografía ningún pero, aunque es cierto que la línea quizás sea más “convencional” y menos innovadora y arriesgada que en la etapa anterior, (algo que quizás vaya en gustos). El tacto de portada y el gramaje de las hojas es muy interesante, muy agradable y no tenemos nada que objetar. Incluso el olor del papel, siempre tan importante, es ciertamente afortunado.
En cuanto a contenidos vamos a encontrar lo que estamos acostumbrados en Esquire: entrevistas, reportajes, moda, cultura, libros, tendencias, música, los famosos “En esto creo” (ahora rebautizados como “Qué sé yo”), motor, en fin, lo de siempre incluso con un cierto toque político (en este número de abril encontramos hasta un reportaje sobre la guerrilla de las FARC). En portada el actor Joseph Fiennes.

Cosas que no nos gustan... Mmmm, hay que pensar, sí, pero algunas salen. No nos gusta demasiado el toque un tanto impostado de ciertos textos. Sabemos que quieren darle un aire desenfadado a la revista, un aire actual, quizás quieran ser como la revista más “juvenil” de un segmento de clientes/compradores/lectores que está por encima de los 30... Pero a veces, y repetimos, sólo a veces, ese aire desenfadado queda un poco artificial, un poco, -repetimos-, impostado.

Tampoco nos entusiasma esa sensación de querer alejarse de la anterior etapa como sea. Los lectores de Esquire quieren su Esquire independientemente de quien la edite, y en estos últimos números se nota que la nueva editora quiere marcar distancias con la antigua, hacer notar que hacen algo diferente. No mola. El lector de Esquire, -empedernido en mi caso-, quiere SU revista da igual quien la dirija o quien la edite. No mola marcar territorio, definitivamente.
Por lo demás, ¿qué podemos decir de la que sin duda es una de las revistas de referencia del mercado? Pues que sigue siéndolo, y que pinta muy bien su futuro. Desde luego desde ELENREVISTADOR van a seguir teniendo un comprador/lector/cliente fiel. Seguro.






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